Granada asume poco a poco que hay que quedarse en casa
Calles casi vacías, poco tráfico, el cierre de bares o comercios y colas en la puerta de supermercados y tiendas de comida dejan patente cómo afecta el Covid-19 al día a día
La mañana de este sábado ha sido la primera en lo que va de semana en la que se ha comenzado a notar verdaderamente en Granada la repercusión que está teniendo el coronavirus en el día a día, con calles prácticamente vacías, apenas vehículos circulando y colas en establecimientos de alimentación.
Por ejemplo ha sucedido en supermercados, que en algunos casos han experimentado largas colas de vehículos para acceder, como en Cájar; mientras que en las fruterías de la capital también se ha guardado cola.
Si bien para entrar a estos establecimientos los propios ciudadanos han tomado la iniciativa de guardar una distancia prudente entre persona y persona y no entrar más de dos al mismo tiempo al establecimiento.
El uso de mascarillas, guantes o cualquier elemento que sirva para lo que se considera como impedimento para contraer la enfermedad también ha sido muy visible en las calles, en donde en comparación con un sábado cualquiera podría tratarse de un día festivo o de verano.
Las plazas de aparcamiento son mucho más notables, mientras que el Camino de Ronda en hora punta se ha quedado desangelado, como otros puntos como Puerta Real, Reyes Católicos, Gran Vía o la propia Avenida de la Constitución, donde cada vez hay menos vehículos.
Otra de las imágenes que ha comenzado a producirse durante la mañana con el cierre de establecimientos de hostelería como bares y restaurantes o de comercios habituales. Los kioskos, que podrán abrir durante estos 15 días, también han notado una reducción de los clientes.
Todo en una situación que corrobora que, como en el resto de ciudades, los granadinos asumen poco a poco que hay que quedarse en casa para evitar la expansión del coronavirus.
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